Pienso...

Estamos empezando a transitar el siglo XXI, un siglo en el que ni siquiera el más prolífico visionario del siglo XVIII hubiera podido imaginar los avances tecnológicos de la humanidad; pero , al mismo tiempo, pienso en aquellos aguerridos defensores de los derechos de los obreros, los que dieron la vida para que mejorara la condición de sus compañeros, en todos aquellos que con tesón fundaron los movimientos sociales cuando veo que tanto avance no nos ha servido para evolucionar humanitariamente si miramos la condición de esclavitud en la que trabajan miles de personas y sobre todo, niños, en muchas partes del mundo.
Debemos hacer un urgente llamado apelando a la conciencia de todos los seres humanos, rescatando la solidaridad y refundando nuevos movimientos que luchen de verdad para que, de una vez y para siempre vivamos en libertad.